Ya sabéis lo que me gusta darme un capricho dulce llegado el fin de semana. Tener unas galleas o pastas para disfrutar con el café a media tarde me resulta especialmente placentero en días grises como el que tenemos hoy. Y estas galletas de almendra con mermelada de fresa son una fantástica alternativa en días asi.
¿Por que? Porque son tan sencillas que nunca te dará pereza prepararlas. Casi tan sencillo como mezclar todos sus ingredientes y darles forma con las manos; una actividad en la que podéis involucrar a los mas peques de la casa. ¡Se sentirán muy orgullos de haber participado!
Estas galletas tienen otro punto a su favor: pueden personalizarse. Nosotros hemos apostado por una sencilla mermelada de fresa para «rellenarlas» pero podéis elegir la que mas os guste o prescindir de ella. Las galletas no llevan azúcar (quien lo diría al probarlas) así que podéis encontrar en la mermelada un gran aliado para aportarles un extra de dulzor. ¿Os animáis a probarlas?
La receta
- 8 dátiles sin hueso
- 1 taza de harina de avena
- 1 taza de almendra molida
- 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- ½ taza de bebida de almendra
- ½ cucharadita de cúrcuma
- ⅔ cucharadita de bicarbonato
- Mermelada de fresa
- Ponemos a remojo los dátiles en agua caliente durante 5 minutos.
- Antes de ponernos con la masa precalentamos el horno a 180ºC y forramos la bandeja de horno con papel sulfurizado o una plancha de silicona.
- Ahora si, colocamos en el vaso de la batidora todos los ingredientes excepto la mermelada y trituramos hasta lograr una masa homogénea.
- Nos engrasamos las manos ligeramente con aceite de oliva y vamos tomando pequeñas porciones de masa y dándoles forma redondeada. Estas bolitas deberán tener, aproximadamente, el tamaño de una nuez.
- A medida que les damos forma, vamos colocándolas en la bandeja del horno, guardando 2 cm. de distancia entre ellas.
- Después, utilizando el dedo índice engrasado, ejercemos presión sobre cada una de las bolitas para crear un hueco que rellenaremos con mermelada.
- Llevamos las galletas al horno durante 20-25 minutos o hasta que estén doradas.
- Para terminar sacamos las galletas de almendra del horno y dejamos que se enfríen en una rejilla antes de guardarlas en un recipiente hermético.