La huerta está siendo generosa con el romanesco; lo que nos está «obligando» a incluirlo en numerosos platos. Uno de los últimos que probamos fue esta ligera ensalada templada de romanesco y cantharellus, un hongo anaranjado que se convierte en esta época del año en un fantástico acompañamiento para muchos platos.
Combinamos así en un mismo plato dos ingredientes de temporada que nos regala la tierra. Un plato sencillo y rápido de elaborar, que puede convertirse en una estupenda cena. El romanesco basta con hervirlo un par de minutos; así y tras saltearlo seguirá manteniendo su color y textura crujiente original.
- 10 flores de romanesco limpias
- 6 puñados de cantharellus limpios y secos
- 1 diente de ajo
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- Perejil picado
- Aceite de oliva
- En una olla con abundante agua salada, cocinamos el romanescu durante 2-3 minutos a partir del primer hervor.
- En una sartén, calentamos 3 cucharadas de aceite de oliva. Añadimos el diente de ajo entero y cuando empiece a coger color, incorporamos los cantharellus. Salteamos 3-4 minutos.
- Añadimos las flores de romanesco, salimentamos y damos unas vueltas.
- Servimos la ensalada templada con un poco de perejil picado.