La receta de hoy es sencilla de hacer, está lista en poco tiempo en comparación con otras y es muy sana. Por un lado tenemos las alitas de pollo que nos aportan proteínas al organismo, por otro lado tenemos las patatas que nos dan los pocos carbohidratos que debemos consumir al día y que cocida o al horno (como es en el caso de nuestra receta) no tiene tantas calorías como fritas; y por último las verduras, tan importantes para nuestra alimentación diaria por su gran aporte de vitaminas y minerales.
Si quieres saber qué más le hemos añadido a este delicioso plato, el modo de elaboración o el tiempo de cocinado, sigue leyendo lo que resta de receta.
- 1 kg de alitas de pollo
- 2 patatas medianas
- 2 pimientos verdes
- 2 tomates maduros
- 1 cebolla
- 175 ml de vino blanco
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
- Ajo blanco molido
- Lo primero que haremos será poner a calentar el horno a máxima potencia, sacando previamente la bandeja que utilizaremos para colocar las alitas y demás alimentos.
- Una vez hecho esto, limpiaremos bien las alitas de pollo y nuestras verduras. Pelaremos las patatas y las cortaremos a rodajas, pelaremos también la cebolla y también la cortaremos a rodajas finas. Lavaremos bien los pimientos y tomates y los cortaremos a pequeñas rodajas también. Una vez cortado todo iremos colocándolo todo en la bandeja.
- Lo primero que echaremos será aceite de oliva para que no se pegue. A continuación añadiremos todo: primero las rodajas de patata y toda la verdura. Lo último que añadiremos serán las alitas de pollo, a las que añadiremos otras gotas de aceite de oliva y le añadiremos los 175 ml de vino blanco por encima.
- El último toque lo conseguiremos añadiendo sobre ellas un poco de sal y pimienta negra, junto con algo de ajo blanco molido (sin pasarnos).
- Dejaremos el horno a unos 200º C durante más o menos 40 minutos, dependiendo de cómo os gusten: doraditas o poco hechas.
- Sacaremos y emplataremos tanto la verdura como las alitas.