Ahora en verano, que las actividades de descanso y ocio aumentan, lo que menos apetece es pasarse horas y horas en la cocina para elaborar platos super laboriosos. El calor, también «ayuda» bastante a que dediquemos menos tiempo a esta actividad y busquemos «bocados» alternativos mucho más fáciles de preparar, pero también igual o más deliciosos que aquellos a los que dedicamos una mañana o tarde entera en prepararlos.
En la receta de hoy os presentamos unos entrantes que pueden servirse tanto en frío como en caliente. Se trata de unos minitostes de queso de cabra con mermelada de fresa. ¡Riquísimos! Si aún no has probado esta mezcla de sabores estás tardando en hacerlo. ¡Empieza ya!
- Pan tostado
- Queso de cabra
- Mermelada de fresa (1 cucharada por cada porción)
- Aceite de oliva
- En una sartén, ponemos unos dos dedos de aceite de oliva y freímos nuestro propio pan, cortado en láminas muy finas. Nosotros hemos usado pan de baguette, pero puedes usar los que venden ya fritos con algún tipo de sabor (cebolla, ajo, etc).
- Cuando los tenemos fritos, los dejamos enfriar en un plato con un par de servilletas de papel para que absorban bien el exceso de aceite.
- A continuación, cortamos el queso de cabra en láminas. Usaremos tantas láminas como porciones (entrantes) queramos servir. En nuestro caso sólo eramos dos comensales, por lo que servimos un total de 10 porciones (5 para cada uno). Una vez cortados, en otra sartén con un leve toque de aceite de oliva (unas gotitas), los colocamos a fuego fuerte y simplemente le damos un toque de calor por ambos lados. El aceite tiene que estar bien caliente para que el queso no se funda demasiado.
- Una vez estén doraditos, los colocamos encima de los minitostes que hemos frito. El último paso será añadir encima de ellos una cucharadita de mermelada de fresa para suavizar de este modo el sabor tan fuerte del queso.
- Listo para servir, degustar y disfrutar. ¡Estaban buenísimos!