En alguna ocasión os traje recetas de tajines, pero no os conté nada sobre este utensilio tan utilizado en el mundo árabe ¡Qué despistada!. Hoy vamos a conocerlo un poquito más: Su nombre (tajine) se pronuncia tayín y es un recipiente de barro, formado por una especie de plato base y una tapa cónica. El nombre de tajine se le da tanto al recipiente como a la comida realizada en ella, vendría a ser lo mismo que ocurre con las cazuelas, que al recipiente se le llama así, pero también a la comida que hagamos con ella, por ejemplo, cazuela de pollo con champiñones.
El modo de cocinar con este recipiente es a fuego lento, la forma que tiene le permite mantener el vapor en el interior y aprovechar al máximo el calor.
Preparar el tajine para usarlo por primera vez
Un mal uso del tajine podría agrietarlo, por eso es recomendable prepararlo antes para su uso. Esta preparación consiste simplemente en sumergir el tajine en agua durante una hora, después secamos el exceso de agua y lo frotamos por el interior con un trapo limpio empapado en aceite de oliva. Por último lo metemos en el horno y lo encendemos a 180ºC, se deja durante un par de horas y luego apagamos el horno, dejando el tajine dentro hasta que se enfríe por completo.
Es importante no darle cambios bruscos de temperatura, al igual que, por mucha preparación que le deis, tampoco se puede cocinar con él a fuego fuerte.
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