La Virgen... qué maravilla de plato es este potaje de bacalao (o de vigilia... según tu nivel de devotismo). La Semana Santa brinda joyas gastronómicas como esta deliciosa y completísima receta. Para todo hay una primera vez, así que os lo explico todo paso a pasito para que, incluso si no sabes freír un huevo, seas capaz de que se le salten las lágrimas a tu abuela con esta maravilla.
En amor y compañía, metemos UNA cebolla, la cabeza de ajos y la hoja de laurel en la olla y dejamos que "bailen en el agua" a fuego medio-alto.
Mientras se van cociendo los garbanzos vamos a por una sartén porque llega el "sofrito time". Picamos la cebolla que hemos reservado muy fina, pelamos un par de dientes de ajo que tengamos a mano y hacemos lo mismo (los picamos muy finos).
Probamos un garbanzo de la olla... y si está tierno... es el momento perfecto para retirar la cebolla y la cabeza de ajos y escurrir los garbanzos (guardando el agua).