Un caldito de verduras nos ayuda a entonar el cuerpo a cualquier hora del día. Tener una jarra en la nevera a la que recurrir cuando uno llega a casa en días tan fríos como los que estamos viviendo por el norte, siempre es de agradecer. Y no hace falta volverse loco para hacer un buen caldo.
Unas pocas verduras -esas que tenemos en la nevera y que están apunto de echarse a perder- se convierten en un gran aliado. Después si queremos hacer sopa bastará con añadirle unos fideos o nuestra pasta favorita, en su lugar, y un poquito de miso. A nosotros nos encanta el sabor que esta pasta aporta a los caldos. ¡Pruébala!
- ½ cebolla morada
- 1 puerro, cortado por la mitad
- 2 zanahorias, peladas
- 1 rama de apio
- 1 tomate maduro
- Hoja de laurel
- Sal
- Pimienta
- 1, 5 l de agua
- *2 tazas de caldo de verduras
- Fideos
- ½ cucharadita rasa de pasta miso (la mia Genmai Aka Miso)
- Para preparar el caldo ponemos 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra en una olla y sofreímos las verduras enteras o troceadas a groso modo un par de minutos.
- Vertemos el agua, salpimentamos y dejamos que el conjunto cueca 20-25 minutos.
- Colamos el caldo y trituramos una zanahoria y el puerro con un poquito de caldo para devolverlo a la olla. El resto de ingredientes los descartamos.
- Dejamos que el caldo se enfríe y lo refrigeramos en un recipiente hermético si no vamos a utilizarlo al momento.
- A la hora de preparar la sopa, calentamos las dos tazas de caldo en un cazo y cuando hierva, agregamos los fideos. Cocinamos el tiempo recomendado por el fabricante.
- Cuando la sopa de verduras esté a una temperatura óptima para tomar, disolvemos la pasta miso con una cucharadita de caldo y lo devolvemos al cazo.