Shortbread con miel de brezo

Los sohortbread, que tienen su origen en Escocia, son una delicia. Pueden encontrarse a la venta en ciertas tiendas delicatesen, pero ¿para que comprarlos cuando resulta tan sencillo elaborarlos? Delicados y frágiles estos mantecados son un bocado estupendo con el que acompañar el café de la tarde.

Se elaboran con ingredientes habituales en nuestra despensa: harina, mantequilla y azúcar. Partiendo de esa base las posibilidades son muchas pudiendo añadir a la masa, limón, una combinación de naranja y chocolate o como en esta ocasión miel ¡vuestra favorita! Esta vez utilicé miel de brezo, una miel bastante oscura; de ahi el color tostado de los shortbread.

Ingredientes

Para 10-12 shortbread

• 200 g. de harina
• 20 g. de Caster Sugar o Azúcar fino + extra para espolvorear (os muestro como elaborarlo en casa)
• 20 g. de azúcar de lavanda (podéis sustituirlo por azúcar caster)
• 125 g de mantequilla
• 2 cucharaditas de miel

Elaboración

Si no encuentras azúcar fino, puedes elaborarlo en casa. Es tan sencillo como verter el mismo peso de azúcar normal en la picadora y procesarlo por 5-10 minutos, logrando así un azúcar mas fino.

Precalentamos el horno a 180º.

Combinamos la harina con los dos tipos de azúcar en un bol.

A continuación, añadimos la mantequilla fría en trozos y trabajamos con los dedos, pellizcando la mezcla. Lograremos después de unos minutos una textura como de migas.

Incorporamos la miel y mezclamos todo (queda una mezcla bastante pringosa). Trabajaremos la masa lo justo para incorporar la miel uniformemente.

Hacemos una bola con la masa. Puede resultar quebradiza pero os aseguro que es posible lograrlo.

Colocamos la bola sobre un papel sulfurizado. Aplastamos con la palma de la mano hasta lograr un rectángulo de 1 cm. de grosor.

Marcamos los cortes con un cuchillo. Solamente queremos marcar, no cortar las galletas.

Espolvoreamos azúcar encima y llevamos al horno durante aprximadamente 25-35 minutos.

Sacamos del horno y dejamos enfriar. Acabamos de cortar los mantecados, con cuidado ¡resultan muy frágiles!

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