Hoy os propongo una cena sencilla para disfrutar entre semana, una sartén de calabacín y huevo. Una receta rápida, económica y, por qué no decirlo, riquísima. Los ingredientes son los que puedes ver y el paso a paso no implica ninguna dificultad. Vamos, que si de verdad te apetece probarla, ¡no tienes excusas!
No hay que complicarse para disfrutar de una cena sabrosa. Hay días, de hecho, en los que una ni puede ni quiere complicarse. Y esta receta es estupenda para no renunciar a una buena cena en esos casos. Una mandolina, una sartén y cuatro ingredientes, no necesitarás nada más para prepararla.
Podéis jugar en esta receta con las especias que más os gusten u os apetezca añadir. En esta ocasión yo me he limitado a condimentar el calabacín con sal y pimienta negra y en el último momento he añadido un poquito de queso rallado, muy poquito. Pero podrías incorporar pimentón dulce o picante.
La receta
- ½ Calabacín
- 1 Huevo
- 1 cucharada de queso rallado (el mío curado)
- Sal
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
- Ponemos un poquito de aceite en una sartén.
- A continuación cortamos con una mandolina el calabacín y lo colocamos en la sartén ligeramente solapado en líneas o en espiral.
- Salpimentamos, damos calor a la sartén y cocinamos hasta que el calabacín comience a dorarse en la base.
- Entonces, añadimos el huevo en un lateral.
- Tapamos la sartén y cocinamos el conjunto unos minutos a fuego lento hasta que el huevo esté casi cuajado.
- En ese momento, añadimos el queso y cocinamos lo necesario para que este se funda.
- Disfrutamos de la sartén de calabacín y huevo con un trozo de pan.