¿Y si os digo que estas croquetas de gambones al ajillo son unas de las mas ricas que he probado? Se trata de una combinación de sabores clásica que encaja además a la perfección en una mesa de fiesta. Pero no esperéis a la próxima celebración a probarlas. Si os llaman la atención, ¡poneos manos a la masa ya!
La textura de estas croquetas es fantástica, el color de la bechamel es sugerente y su sabor es suave pero muy sabroso. No os resistiréis a probar la bechamel ni tenéis que hacerlo ya que será necesario para ajustar el punto de sal y pimienta entre otros. ¿No tenéis ya ganas de probarlas?
Hacerlas es sencillo pero requiere tiempo. Deberéis trabajar la bechamel al menos durante 35 minutos y hasta que esta tenga la textura adecuada para que al enfriarse resulte lo suficientemente consistente para manejarla con comodidad y al comerla resulte cremosa y ligera.
La receta
- 16 gambones
- 2 dientes de ajo
- 2 guindillas de cayena
- 100 g. de mantequilla
- 100 g. de harina
- 500 ml. de leche entera caliente
- 500 ml. de caldo de pescado caliente
- Nuez moscada
- Sal
- Pimienta negra
- Harina
- Huevo
- Pan rallado
- Aceite de oliva
- Pelamos los gambones y sofreímos las cabezas del gambón en una sartén con un chorrito de aceite, asegurándonos de presionarlas bien con una cuchara de palo para sacar todo su jugo.
- Una vez hecho, retiramos las cabezas y en la misma sartén freímos los dientes de ajo picados, las guindillas y los gambones hasta que estos estén dorados. Cuando lo estén, desechamos las guindillas y retiramos los gambones a un plato.
- En la misma sartén, derretimos ahora la mantequilla para después cocinar la harina en esta durante dos minutos.
- A continuación, vertemos poco a poco la leche y el caldo removiendo tras cada adición para que el roux los absorba.
- Una vez hayamos incorporado toda la leche y el caldo, añadimos los gambones picados, una pizca de nuez moscada, salpimentamos y cocinamos la masa alrededor de 30 minutos, hasta que al pasar la cuchara esta deje un camino claro a su paso y la masa se separe con facilidad de las paredes de la sartén.
- Probamos, rectificamos el punto de sal y nuez moscada si fuera necesario y una vez hecho vertemos la masa en un recipiente. Colocamos sobre este papel film, de forma que este quede en contacto con la masa, y dejamos templar a temperatura ambiente.
- Una vez templada, llevamos a la nevera para que termine de enfriarse.
- Con la masa fría llega el momento de dar forma a las croquetas.
- A continuación, las pasamos primero por harina, después por huevo y finalmente por pan rallado. Para terminar, freímos las croquetas de gambones en abundante aceite.