La masa quebrada queda muy crujiente y muy buena, seguro que si la probáis os gustará. El resultado es genial, no es tan pesada como las bases de pizzas y queda muy rústica. Si no queréis que se abombe mucho, tenéis que pincharla con un tenedor por toda la base.
Ideal para una cena rápida.
- 1 rollo de masa quebrada fresca
- Un bote de Tomate frito
- Un bote de champiñones laminados
- Tiras de beicon
- Una bola de queso mozzarella
- Cogemos la bandeja de horno, ponemos una hoja de papel vegetal y ponemos la masa quebrada.
- Pinchamos con un tenedor por toda la base de la masa.
- Untamos toda la base de tomate frito, a nuestro gusto.
- Cortamos la bola de mozzarella en rodajas, ponemos la mitad por encima de la base de la masa, encima del queso iremos poniendo champiñones laminados.
- Cortamos las tiras de beicon en trozos y los añadimos por encima y terminaremos por poner el resto de queso mozzarella que nos queda.
- Tendremos el horno encendido a 180ºC fuego arriba y abajo, introduciremos la bandeja con la pizza y la dejaremos hasta que nos quede doradita.
- Sacamos la pizza del horno, y solo queda cortarla y a comer!!!
- Una pizza rica y crujiente, rápida de preparar.
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