Pimientos asados al horno. Una receta sencilla ideal tener siempre en la nevera para acompañar cualquier plato de carne o pescado, para ensaladas también quedan geniales.
Hoy voy a explicaros como preparo los pimientos asados al horno yo y los conservo, siempre aprovecho cuando son de temporada aunque los tenemos todo el año, el mes de julio es su temporada y están ,mucho más buenos.
Es uno de lo alimentos más ricos en vitamina C , más que los cítricos, los rojos son los que aportan una mayor cantidad de nutrientes y además contienen licopeno ( de efecto anticancerígeno), ayudan a mantener el peso ya que son bajos en calorías 32 cal. por 100gr. y ayudan a mantener los niveles de glucosa en sangre, para las personas con diabetes. Como veis son una maravilla.
- Pimientos rojos
- Aceite
- Sal
- Ajos
- Lo primero pondremos a calentar el horno a 200º. Lavamos los pimientos, secamos y los ponemos en una fuente para horno, con ayuda de una brocha de cocina los pintamos con aceite de oliva por todos los lados y echamos un poquito de sal.
- Los introducimos al horno y bajamos la temperatura a 180º, y los asamos durante 50 minutos, durante este tiempo iremos dándoles la vuelta para que se doren por todo.
- Hay que dejarlos reposar y para quitarles bien la piel, yo les pongo un trapo de cocina y dejo que suden un rato, unos 15 o 20 minutos.
- Iremos quitando la piel y sacaremos las tiras en un plato, iremos quitando las pepitas.
- Reservamos el líquido que ha soltado en la bandeja.
- Yo mezclo este jugo de los pimientos con aceite de oliva. Si los vamos a utilizar en el momento, los servimos en un plato con un ajo picado si os gusta y echamos un poquito del jugo con el aceite.
- Para conservarlos:
- Solo tenéis que ponerlos en botes de cristal y cubrirlos con su jugo y el aceite y si os gusta echar trozos de ajos laminados, dan muy buen sabor. Podéis tenerlos un mes, en la nevera.
- Así se conservan varios días en la nevera, pero si habéis hechos bastantes y queréis guardarlos y que no se estropeen, yo los pongo en botes de cristal y sin llegar arriba del todo, hay que dejar como un par de cm. y congelar.
- También podéis hacerlos al baño maría, tiene un poco más de faena para también queda muy bien.
- Y listo. Vale la pena prepararlos en casa el resultado es estupendo, ya que quedan mucho más buenos que los comprados y como veis podemos tenerlos siempre que nos apetezcan.