No se a vosotros, pero a mi me encantan las fresas con nata. Disfruto muchísimo durante la temporada de fresas de este postre tradicional, tan fácil de preparar. Hoy, lo utilizamos para acompañar un suave pastel de vainilla, aportándole así un extra de sabor, color y textura. ¿Os apetece probarlo?
Los ingredientes de la torta son los habituales para este tipo de preparación: huevos, harina, maicena, azúcar y aceite de oliva. Nada que no podamos encontrar en nuestro supermercado habitual y/o de lo que no dispongamos en nuestra despensa. ¿Tenéis media hora? Es todo lo que necesitaréis para preparar este fantástico postre o merienda.
- 65 g. de harina para todo uso
- 2 cucharadas de maicena
- 3 huevos L
- 2 yemas de huevo
- 100 g. de azúcar
- ⅛ cucharadita de sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 60 ml. de aceite de oliva suave
- 200 ml de nata para montar
- 2 cucharadas de azúcar glas
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
- 2 docenas de fresas
- Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos un molde redondo de 20-22 cm de diámetro.
- Tamizamos la harina y la maicena y reservamos.
- En un bol, batimos los huevos, las yemas, el azúcar, la sal y la vainilla hasta que la mezcla blanquee y esponje.
- Entonces, incorporamos la mezcla de harina y maicena y batimos a velocidad suave hasta integrarlos.
- Después, vertemos el aceite en un hilo mientras batimos para integrarlo.
- Vertemos la mezcla obtenida en el molde y alisamos la superficie.
- Horneamos 20 minutos o hasta que al insertar un palillo, éste salga limpio.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar el pastel sobre una rejilla.
- Mientras se enfría, preparamos la nata avainillada. Montamos la nata y cuando esté cremosa incorporamos elr esto de ingredientes poco a poco.
- Servimos el pastel con nata y fresas cortadas por la mitad.