Estrenamos el fin de semana preparando en Las Recetas de Cocina un gran plato de pasta para toda la familia. Una cazuela de pasta gratinada con pollo y espinacas que tardarás muy poco tiempo en preparar y te permitirá disfrutar de otras actividades el fin de semana.
Es un plato muy contundente que puede servirse como plato único. La pasta se acompaña con trocitos de pollo y espinacas, además de una buena cantidad de queso ¡por supuesto! Lo ideal es comerlos calentitos y recién hechos, cuando el gratinado esta crujiente y el interior humea.
- 220 g. de pasta, en este caso macarrones
- 1 pechuga de pollo cocida y cortada en cubos
- 1 taza de salsa de tomate o salsa marinara
- 1 taza de espinacas frescas
- ½ taza de queso parmesano rallado
- ⅕ taza de rallado
- ½ cucharadita de orégano seco
- ½ cucharadita de albahaca seca
- Precalentamos el horno a 200ºC.
- Cocemos la pasta en abundante agua salada, siguiendo las instrucciones del fabricante. Una vez esté hecha, remojamos bajo el chorro de agua fría y escurrimos.
- En un tazón grande mezclamos el pollo, la pasta, la espinaca, la salsa de tomate y /3 del queso parmesano.
- Extendemos la mezcla en un recipiente apto para horno.
- Esparcimos el pan rallado sobre la pasta y encima el queso sobrante.
- Cubrimos el recipiente con papel de aluminio y horneamos 25 minutos. Después, retiramos el papel y horneamos otros 10 minutos para que el queso se dore y la cazuela burbujee.