¿Es posible conseguir el increíble toque de la «cocina de la abuela» sin tener apenas nociones de cocina? Por increíble que te parezca… Yes, WE CAN! Y es que para que se te salten las lágrimas sobre el mantel no necesitas más que una buena materia prima, paciencia y un horno. Hoy retomamos nuestro mano a mano con el slowcooking para , en 120 minutos, conseguir un plato perfecto de lechazo asado con limón.
La clave de esta receta es la materia prima, en este caso la carne del lechazo. Para aquellos que leéis por primera vez este término, os contaré que se corresponde con la cría de la oveja que se alimenta sólo de la leche de la madre. La grasa que contiene la leche materna hace que la carne sea una de las más tiernas del mercado y, por ende, se deshaga en la boca una vez cocinada ( si respetamos los tiempos de cocción).
- 2/4 de lechazo, 2,50 kg en total (pide a tu carnicer@ de confianza)
- 40 g de manteca de cerdo
- sal gorda marina
- 4 decilitros de agua
- ½ limón
- Para esta receta utilizaremos dos platos de barro redondos. En cada uno de ellos colocamos cada cuarto con el interior hacia arriba.
- Untamos la carne con manteca y salamos. Añadimos agua y ½ limón aplastado.
- Horneamos a 190ºC durante 75 minutos.
- Damos la vuelta al cuarto y lo untamos por el otro lado con manteca; agregamos sal y agua si hiciera falta.
- Introducimos otra vez al horno durante 45 minutos hasta que esté listo.
- Trinchamos, repartimos y LISTO!