Las gulas con ajitos se convirtió hace ya bastantes años en un plato típico español. Las gulas o anguriñas han sustituido a las impagables angulas de verdad, convirtiéndose en un alimento muy fácil de hacer y muy versátil en nuestra cocina. ¿Por qué? porque con un par de ingredientes más tenemos un plato rico, saludable y muy completo.
También tenemos que contaros, que las gulas apenas tienen calorías por lo que es un alimento que puede comerse perfectamente en cualquier tipo de dieta. Y aunque es un plato que podría servir para cualquier hora, nosotros preferimos comerlo por las noches por su simpleza a la hora de hacerlo y por su rapidez al cocinarlo. Esperamos que os guste esta receta y que la llevéis a cabo muy pronto…
- 440 gramos de anguriñas congeladas
- 5 dientes de ajos
- 2 guindillas
- Aceite de oliva
- En una sartén, con un buen chorro de aceite de oliva, ponemos los 5 o 6 dientes de ajos pelados y cortados a láminas (aunque hay quien prefiere echarlos enteros). Cuando los ajos comiencen a dorarse, a fuego medio, echaremos nuestras anguriñas congeladas (no es necesario descongelarl para cocinarlas).
- Vamos removiendo cada dos o tres minutos para que no se peguen. Las anguriñas deben comerse bien hechas pero tampoco muy tostadas, porque si no pierden mucho su sabor.
- Añadimos un par de guindillas para que cojan un toque picante (aunque esto es al gusto) y dejamos hacerse durante unos 15 minutos a fuego medio.
- Cuando veamos que están listas, apartamos para comer. ¡Que os aproveche!