Cualquier plato con guisantes es una buena opción para cocinar en cualquier época del año. Es fácil encontrar guisantes en varios formatos, muy sencillos de mantener y muy socorridos para guardar en la despensa para muchas y diferentes ocasiones.
Tanto como para incluirlos en tu menú semanal para la familia, como para utilizarlos de forma ocasional para salvar una comida imprevista. Los guisantes son muy fáciles de cocinar, además de ser un alimento muy económico y una de las verduras que mejor aceptan los niños.
En este caso, vamos a cocinarlos con huevos y jamón. De esta forma tendrás un plato completo y que cubre todas las necesidades nutricionales. Puedes servirlo como plato único, ya que el huevo aporta la proteína necesaria, o puedes servirlo como un entrante ligero.
- 1 lata de 250 g de guisantes
- 2 huevos
- 1 cuarto de cebolla
- 50 g de jamón serrano a taquitos
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- Picamos la cebolla muy finamente y doramos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
- Añadimos los guisantes con el caldo que llevan para su conservación.
- Dejamos cocinar los guisantes durante unos 10 minutos a fuego medio, sin dejar que se consuma todo el caldo.
- Cascamos los 2 huevos sobre los guisantes, dejando espacio entre si.
- Tapamos con una tapadera para que el huevo se vaya cuajando.
- Levantamos la tapa constantemente para que el huevo no quede demasiado hecho, añadir sal.
- Incorporamos los taquitos de jamón serrano.
- Terminamos de cuajar los huevos y listo, dejamos reposar unos minutos y servir.
Si quieres añadir un toque diferente, añade un chorrito de vino blanco a la cocción de los guisantes.
¡Bon apetite!