Ahora que la responsabilidad nos invita a estar en casa, cocinar se convierte en un estupendo entretenimiento. Estas galletas de mantequilla son sencillas y os harán pasar un buen rato en familia mientras preparáis la masa y la horneáis. Ya en el horno, el aroma que desprenden alterarán todos vuestro jugos gástricos, ¡os lo aseguro!
Las galletas de mantequilla son un clásico a la hora del café. No debemos abusar de ellas por su cantidad de azúcar, pero muy de vez en cuando podemos darnos un capricho. Mayor aun si las bañamos en chocolate como hemos hecho hoy. Particularmente prefiero hacerlo en chocolate negro, pero no era yo quien las iba a disfrutar.
Por si solas son una delicia pero bañadas en chocolate adquieren otro nivel. Además, si tenéis niños en casa puede ser divertido dejarles esta parte a ellos siempre con supervisión. Salen unas 18 galletas pequeñas, suficientes para daros un capricho durante la merienda. ¿Os animáis a hacerlas?
- 5 cucharadas de mantequilla, ablandada
- ¼ taza de azúcar blanca
- ⅛ cucharadita de extracto de almendras (podéis obviarlo o sustituirlo por vainilla)
- ⅛ cucharadita de sal
- ½ taza + extra de harina para todo uso
- 10 onzas de chocolate
- Sal en escamas, opcional
- Precalentamos el horno a 180 °C y forramos la bandeja del horno con papel sulfirizado.
- Batimos la mantequilla y el azúcar en un bol, hasta lograr una mezcla cremosa.
- Agregamos el extracto de almendras, la sal y la harina, y mezclamos con una espátula y movimientos envolventes hasta integrarlos. Puedes terminar de hacerlo con las manos.
- Formamos una bola de masa, la colocamos sobre papel film y la aplastamos ligeramente para que tenga forma de disco. La envolvemos en el film y la llevamos a la nevera para que repose 30 minutos.
- Pasado el tiempo enharinamos una encimera, colocamos la masa encima y la estiramos con ayuda de un rodillo hasta que tenga un espesor de 0,6 cm. aproximadamente.
- Cortamos las galletas con la forma deseada y las colocamos sobre la bandeja de horno.
- Horneamos 12 minutos o hasta que empiecen a dorarse por los bordes.
- Entonces, las sacamos y las dejamos enfriar por completo.
- Después, derretimos el chocolate a golpe de microondas (golpes de 20 segundos) y sumergimos cada galletas hasta la mitad. Las colocamos en una rejilla, espolvoreamos un poco de sal y esperamos hasta que el chocolate se endurezca.