Se acerca la Navidad y con ella las veladas en familia y disfrutando con amigos de una buena mesa. Estas galletas de avena son perfectas para acompañar una buena taza de café o chocolate para los más pequeños. Son sencillas de preparar, incluso puedes pedir a tus hijos que te ayuden a prepararlas, ya que apenas tienen complicación.
La receta que hoy he preparado es la más básica, pero si lo prefieres, puedes añadirle algunos ingredientes más para darle tu toque especial. Las galletas de avena admiten sin problema chips de chocolate, trozos de frutos secos como avellanas o almendras. Una vez que las pruebes, seguro que repetirás con estas deliciosas galletas de avena. Nos ponemos ¡manos a la masa!
- 100 gr de harina de repostería
- 230 gr de copos de avena
- 150 gr de azúcar moreno o de caña
- 2 huevos L
- ½ cucharadita de levadura en polvo
- 150 ml de aceite de oliva virgen
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- Una pizca de sal
- Primero ponemos en un recipiente amplio los ingredientes secos de uno en uno.
- Para comenzar, ponemos la avena, después la harina y mezclamos bien.
- A continuación, añadimos la levadura en polvo y la pizca de sal y de nuevo mezclamos.
- Por último, añadimos el azúcar moreno y mezclamos sin remover demasiado.
- Ahora, en un bol aparte mezclamos los huevos con el aceite y la esencia de vainilla.
- Mezclamos bien y cuando obtengamos una masa homogénea, añadimos al recipiente de ingredientes secos.
- Con una pala, incorporamos bien todos los ingredientes, no es necesario triturar ni batir.
- Precalentamos el horno a unos 180 o 200 grados, en función de la potencia de tu horno.
- Preparamos una lámina de papel de hornear sobre la bandeja del horno.
- Con la ayuda de una cuchara, vamos tomando pequeñas porciones de masa y hacemos una bolita.
- La colocamos en la bandeja y con cuidado la aplastamos un poco para darle forma.
- Introducimos la bandeja en el horno durante unos 12 minutos, o hasta que veas que los bordes están dorados.
- Una vez listas, dejamos que las galletas se enfríen sobre la rejilla del horno.
- Cuando enfríen del todo, terminarán de endurecerse.