No es la primera que preparamos en estas páginas falafel. Lo hemos hecho incorporando a su base tradicional de garbanzos, ingredientes como zanahoria o cúrcuma, ¿recordáis las recetas? Hoy os proponemos una versión mas de estas croquetas típicas de Oriente Medio: falafel con remolacha.
La remolacha no es un ingrediente habitual en todos los hogares, no a todos gusta, por eso esta receta me resulto tan atractiva. Porque me ofrecía la posibilidad de integrar en el menú un ingrediente difícil en casa. No tenía nada que perder y perder no perdí nada sino que ¡gané mucho! Nos encantaron.
La receta, si has hecho falafel antes te resultará familiar. Garbanzos remojados, ajo, remolacha y algunos condimentos sirven de base para esta preparación tan sencilla. Prepararlas no lleva mucho tiempo y el resultado es fantástico; nutritivo, saludable, colorido… ¡Tenéis que probarlo!
La receta
- 200 g. de garbanzos puestos a remojo desde el día anterior
- 1 cucharada de perejil picado
- 1 diente de ajo
- ½ cebolla
- 1 remolacha pequeña cocida
- 2 cucharadas soperas de pan rallado
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
- Lavamos los garbanzos, los escurrimos y los trituramos junto con el perejil, el ajo, la cebolla, una pizca de sal y pimienta al gusto. Lo hacemos de forma que podamos ver aun trocitos de garbanzo.
- A continuación añadimos la remolacha en trozos y volvemos a triturar hasta que la masa se tiña de forma homogénea.
- Para terminar incorporamos el pan rallado y mezclamos.
- Una vez tengamos la masa preparada, formamos bolitas del tamaño de una nuez.
- Después las freímos por tandas en aceite bien caliente hasta que estén doradas.
- A medida que las sacamos, las colocamos sobre un papel absorbente para evitar el exceso de aceite.
- Servimos el falafel con remolacha caliente con una ensalada o nuestra salsa favorita.
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