La crema de zanahoria y jengibre que hoy preparamos es sabrosa y ligera, ideal para incorporar a nuestro menú semanal. Podemos hacer grandes cantidades y congelarla en recipientes adecuados para irla después sacando por raciones. Un gran recurso para esos días en los que no nos apetece mucho cocinar.
Para dar cremosidad a esta receta podría haber utilizado tanto nata como leche evaporada. Sin embargo, en esta ocasión, me decante por un yogur griego que tenía a mano. Como yo, podéis presentarlo de forma sencilla o acompañarlo por unos picatostes, unos anacardos caramelizados o unos trocitos de manzana, entre otras opciones.
- 1,5 Kg.de zanahorias
- 40 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla morada mediana
- 1 cucharadita y media de jengibre fresco picado
- ½ litro de caldo de pollo
- 200 ml. de yogurt griego
- Sal y pimienta
- Lavamos y pelamos las zanahorias. Cortamos en rodajas finas.
- Picamos la cebolla en juliana y la ponemos a pochar en una cazuela grande con el aceite de oliva. Salpimentamos.
- Cuando la cebolla esté tierna, incorporamos el jengibre y las zanahorias y salteamos 6-8 minutos.
- A continuación, añadimos el caldo de pollo y dejamos hervir durante 20-30 minutos hasta que las zanahorias estén tiernas.
- Trituramos la crema, añadiendo el yogur durante el proceso. Probamos y rectificamos la sal.
- Servimos con una cucharadita de yogur y un poco de perejil.