¿Os gusta cenar ligero? ¿Soléis recurrir a cremas y purés de verduras? Hoy os propongo una combinación sencilla que, personalmente, me encanta para la cena. Una crema de calabacín y patata con merluza desmigada que se convierte, además, en un fantástica alternativa para quien por problemas dentales no puede comer cosas duras.
No tiene ningún misterio. Se trata de combinar una crema de patata y calabacín con una merluza hecha al vapor ¡así de sencillo! Eso si, hay pequeños toques que podéis darle para que el resultado final destaque, como añadir un chorrito de aceite aromatizado a la hora de servirlo.
La idea es que las cantidades de crema y pescado estén equilibradas. En casa dos cazos de puré con un lomo grande de merluza suelen servir como ración. Y si sobra crema siempre se puede comer o cenar al día siguiente. ¿Desde cuando comer dos días seguidas una crema de verduras es algo negativo?
La receta
- ½ calabacín grande
- ½ cebolla blanca
- 2 patatas medianas
- Aceite de oliva virgen extra
- Agua
- Sal y pimienta
- 4 lomos de merluza
- Un puñado de perejil picado
- En una cazuela preparamos la crema de calabacín. Para ello, ponemos en la misma la cebolla, el calabacín con piel, las patatas en tozos y un par de cucharadas de aceite.
- Sofreímos los ingredientes durante 3 minutos y después añadimos agua hasta casi cubrir las verduras. Tapamos la cazuela y cocinamos 20 minutos.
- Mientras, en un recipiente combinamos 6 cucharadas de aceite de oliva con el perejil picado, una pizca de sal y otra de pimienta. Mezclamos bien y reservamos.
- Aprovechamos también el tiempo de cocción del puré para preparar la merluza al vapor. Para ello, pincelamos los lomos con aceite primero y salpimentamos después. Yo he utilizado una vaporera de silicona para cocinarla al microondas, pero podéis hacerla como mas os guste.
- Una vez pasado el tiempo de cocción de la crema, la trituramos y repartimos en cuatro cuencos.
- A continuación, incorporamos un lomo de merluza desmigada en cada uno de ellos.
- Y terminamos de preparar el plato vertiendo por encima una cucharada del aliño de aceite y perejil.