Gracias a las técnicas culinarias podremos trabajar con muchos ingredientes y sacarles el mayor partido posible. Es importante saber cómo manejar los distintos alimentos y qué técnica se puede aplicar mejor. Por ejemplo, aprenderemos a quitar la piel a un tomate sin apenas esfuerzo y sin que pierda jugo, o también a desmoldar un bizcocho con total seguridad y sin que se nos quede nada pegado en el molde.