Ya sabéis como me gustan los bizcochos y mantecados; me parecen un perfecto desayuno y merienda combinados con una confitura de frutas casera. Éste solía recibirlo y comerlo de pequeña en Pascua, decorado con alguna figura de chocolate o flor de azúcar. Ésta, por supuesto, es la versión sencilla de ese bollo mantecado tradicional de Avilés.
El mantecado es sencillo de elaborar y mucho mas sencillo aun de recordar. La regla para su elaboración es la de los cuatro cuartos que consiste en utilizar la misma cantidad de cuatro ingredientes: mantequilla, azúcar, huevos y harina. El glaseado es opcional; no suelen gustarme mucho pero este es ligero y sútil.
- 250 g. de mantequilla de buena calidad a temperatura ambiente
- 250 g. de azúcar
- 250 g. de huevos a temperatura ambiente (aproximadamente 4)
- 250 g. de harina de repostería tamizada
- 1 taza de azúcar glass
- 3 cucharadas de leche
- bolitas de chocolate (opcional)
- Batimos con unas varillas la mantequilla y el azúcar durante aproximadamente 15 minutos hasta que formen una masa fina.
- Incorporamos los huevos uno a uno sin parar de batir hasta lograr una crema esponjosa, con aire.
- Añadimos la harina tamizada y mezclamos con movimientos envolventes ayudándonos de una espátula. Tiene que ser rápido para que no se baje la crema.
- Vertemos la masa en un molde engrasado y enharinado previamente.
- Introducimos en el horno previamente precalentado a 190º C con calor arriba y abajo. Cocinamos durante 15 minutos y después bajamos a 180º la temperatura y dejamos 40 minutos mas; o hasta que al pinchar con un palito veamos que está hecho.
- Sacamos del horno y lo dejamos templar en el molde 10 minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla para que termine de enfriar.
- Cuando esté frio, le cubrimos con el glaseado. Para hacerlo, mezclamos el azúcar y la leche hasta lograr una masa densa.
- Dejamos que el glaseado se endurezca para servir.
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