Bizcocho de miel para endulzar el desayuno

Empezar la semana endulzandonos con un buen bizcocho casero ¿no os parece un buen plan? Este bizcocho de miel ha superado todas mis expectativas; resulta esponjoso y tremendamente aromático. Un bocado delicioso para completar el desayuno y acompañar el zumo y/o el café.

El color tostado de este bizcocho y su corte ya apuntan buenas maneras. Para su elaboración he utilizado una miel de flores aromática y oscura, la responsable de ese bonito color. Podéis utilizar otras variedades; seguro que en vuestra comarca o allá donde os vayáis de viaje existen buenos productores por descubrir.

Ingredientes

• 4 huevos
• 180 g. de azúcar
• 150 ml. de aceite de oliva
• 150 ml. de miel
• 2 cucharaditas de canela en polvo
• 200 g. de harina de repostería
• 1 sobre de levadura en polvo
• Azúcar glas

Elaboración

Precalentamos el horno a 180ºC.

Batimos con unas varillas eléctricas los huevos y el azúcar hasta que «dupliquen» su volumen y blanqueen.

Añadimos entonces el aceite en un hilo, dejándolo caer por el borde del recipiente mientras batimos a velocidad baja.

Añadimos la miel y seguimos batiendo a velocidad baja hasta que quede integrada.

Tamizamos la harina, la levadura y la canela y las incorporamos poco a poco, con ayuda de una espátula o cuchara de palo y movimientos envolventes.

Vertemos la masa en un molde redondo engrasado y forrado con papel vegetal.

Introducimos en el horno y cocinamos hasta que al pinchar el centro con un palito veamos que sale limpio. Aproximadamente, 50 minutos; aunque ya sabéis que cada horno es un mundo.

Apagamos el horno y lo dejamos templar dentro con la puerta abierta unos minutos.

Una vez templado, lo desmoldamos y espolvoreamos azúcar glass en su superficie.

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