¿Vosotros también acostumbráis a preparar arroz el fin de semana? A mi, personalmente, me gustan mucho los arroces melosos y caldosos aunque no siempre preparo arroces de este tipo. El pasado fin de semana aposte por un arroz con champiñones y huevo. Si, no me pude resistir a cocinar unos huevos en el microondas para coronarlo.
El arroz con champiñones que hoy os propongo es muy fácil de preparar. Lleva un sofrito de cebolla y pimiento importante, pero mas allá de eso pocos secretos mas tiene. Una «pastilla» de tomate concentrado y otra de carne de pimiento choricero contribuyen a su sabor. Y es que, que socorrido resulta tener pastillas de este tipo y de las que os hablo a continuación en el congelador.
En casa un bote pequeño que tomate concentrado o carne de pimiento choricero se nos estropearía abierto en la nevera antes de que pudiéramos terminarlo. Así que lo que hacemos es utilizar una cubitera para dar forma a pequeñas pastillas monodosis que congelamos y guardamos en tarros en el congelador; un truco aprendido de cuentas zero waste.
La receta
- 1 cebolla roja
- 1 pimiento verde
- ½ pimiento rojo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 280 g. de champiñones laminados
- Sal y pimienta
- 1 cucharadita de tomate concentrado
- 1 cucharadita de carne de pimiento choricero
- 1 taza de arroz
- 3 tazas de caldo de verdura o agua caliente
- 4 huevos
- Picamos bien la cebolla y los pimientos y los sofreímos en una cazuela durante 10 minutos.
- A continuación, incorporamos los champiñones, salpimentamos y sofreímos cuatro minutos mas removiendo con frecuencia.
- Agregamos el tomate, el pimiento choricero y el arroz y rehogamos un par de minutos, removiendo constantemente.
- Después, vertemos el caldo hirviendo, mezclamos, ponemos la tapa y cocinamos a fuego medio/fuerte cinco minutos.
- Pasados los cinco minutos bajamos el fuego y cocinamos el arroz 10-12 minutos mas o hasta que este hecho.
- Retiramos del fuego y dejamos reposar colocando un paño limpio encima.
- Aprovechamos ese momento para preparar unos huevos en el microondas. Para ello cogemos unas tazas o boles, pincelamos el fondo con un poco de aceite, cascamos un huevo en cada uno y vamos cocinándolos a máxima potencia, uno a uno, hasta conseguir el pinto deseado.