La RAE define albóndiga como «cada una de las bolas que se hacen de carne o pescado picado menudamente y trabado con ralladuras de pan, huevos batidos y especias, y que se comen guisadas o fritas.» No tengo muy claro si lo que hoy os propongo son albóndigas, lo que si se es que merece la pena probarlas.
Estas albóndigas de pollo son muy sencillas de preparar. Requieren pocos ingredientes, todos ellos además fáciles de encontrar. Mezclar los ingredientes y crear las bolas con la masa es todo lo que tendremos que hacer. De cocinarlas y dejarlas bien crujientes, se encarga el horno. Una vez hechas podremos servirlas como entrante o plato principal con alguna salsa.
- 2½ tazas de pollo asado desmenuzado
- ½ taza de salsa picante
- 1¾ taza de queso rallado
- ¼ taza de cebolleta picada
- 1 taza de harina
- 3 huevos batidos
- 2 tazas de de pan rallado o panko
- ¼ taza de aceite de oliva
- Precalentamos el horno a 230ºC y forramos la bandeja del horno con papel de aluminio que engrasaremos ligeramente con un spray o broca y aceite de oliva.
- Mezclamos el pollo, el queso, la cebolleta y la salsa picante y después formamos bolitas de 4cm. de diámetro aproximadamente con la masa resultante.
- Pasamos las bolitas por harina, huevo y panko sucesivamente y vamos colocándolas en la bandeja del horno.
- Cuando estén todas, pintamos cada una con un poco de aceite y horneamos durante 6 minutos. Después, giramos las albóndigas y horneamos otros 6 minutos hasta que estén doradas.
- Servimos recién hechas con salsa de tomate o cualquier otra salsa.
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