Si hay una plato que le sale riquísimo a mi querida madre es sin duda las pechugas de pollo con nata, mostaza y miel. Estas las hicimos a medias y salieron igual de ricas, así que supongo que además de sus maravillosas manos en la cocina, también será por la mezcla de sabores y especias que hemos añadido para conseguirlo. Si este plato te está entrando desde ya por los ojos, mejor quédate a leer lo que resta de artículo. Te aseguramos de que te encantarán.
- 1 kg de pechuguitas de pollo
- 250 ml de nata líquida
- 2 cucharadas soperas de mostaza
- 2 cucharadas soperas de miel
- Sal
- Pimienta negra
- Perejil
- Aceite de oliva
- En una sartén grande, añadiremos un chorrito de aceite de oliva. El ideal para asar un poco nuestras pechuguitas de pollo. Será un vuelta y vuelta.
- Cuando estén doraditas añadiremos la nata líquida junto con las dos cucharadas de mostaza y las 2 cucharadas de miel. Esto lo moveremos bien, taparemos con una tapa la sartén y dejaremos a fuego medio hacerse unos 15-20 minutos. La nata tiene que reducir y hacerse espesa pero no desaparecer. Vamos removiendo cada poco para que no se pegue.
- Pasado el tiempo, añadiremos una pizca de sal, un poco de pimienta negra molida y algunas hojas de perejil, según el gusto de los comensales. Removemos y dejamos hacerse un par de minutos más, para que los sabores se mezclen entre sí.
- Apartamos y servimos.