Macarrones con albóngigas en salsa de almendras; suena contundente, ¿verdad? Lo cierto es que puede servirse como plato único, acompañado por un postre ligero: una ensalada de frutas, una mousse… Los sabores de este plato son fantásticos; tiene un ligero aroma a azafrán, responsable también de ese color amarillo.
Es una receta un poco laboriosa, pero muy sencilla de seguir. Se puede hacer una buena cazuela de albóndigas con antelación y reservarla hasta el momento de servirla con los macarrones o espaguetis. Es preferible no abusar de la salsa, pero resulta irresistible untar el pan en ella.
- 320 g. de macarrones
- 500 g. carne picada
- ¼ cebolla picadita
- 1 diente de ajo picadito
- Una rebanada de pan remojado en leche
- 1 huevo
- 1 cucharada de perejil picado
- Harina
- Aceite de oliva
- 100 g. almendras peladas
- Una rebanada de pan duro
- 2 dientes de ajo
- ¾ litro de caldo de pollo
- Una pizca de azafrán
- Sal
- Pimienta
- Preparamos las albóndigas mezclando con la carne picada, el resto de ingredientes. Guardamos la masa en un film y lo introducimos en la nevera 20 minutos.
- Sacamos la masa de la nevera y con las manos damos forma a las albóndigas.
- Pasamos las albóndigas por harina y las freímos en abundante aceite caliente en una cazuela baja (que mas tarde utilizaremos también). Reservamos sobre un papel absorbente tras freírlas.
- Para preparar la salsa, calentamos un poco de aceite en una sartén (lo suficiente para que el fondo se cubra) y tostamos las almendras, los ajos pelados y la rebanada de pan en dados. Después, lo trituramos o majamos todo con una taza de caldo.
- Vertemos en una cazuela la mezcla, el resto del caldo y el azafrán. Salpimentamos y llevamos a ebullición a fuego bajo-medio. Incorporamos las albóndigas y cocinamos hasta que la salsa espese.
- Mientras, cocinamos la pasta en abundante agua salada.
- Servimos los macarrones con una ración de albóndigas y un poco de salsa.