Hay días en los que nos apetece poco trabajar en la cocina. Es entonces cuando el horno puede convertirse en un gran aliado. Hay recetas como esta de costilla de cerdo con mostaza y miel que se hacen solas; solo requieren un poco de tiempo y paciencia. ¿Te animas a prepararla?
No me da pereza encender el horno en verano, ya lo sabéis. Una se puede sentar en la terraza o jardín a la sombra a disfrutar de un buen libro o de un aperitivo mientras el horno trabaja en la cocina. En una hora tendréis el costillar asado listo para servir; recién hecho es una delicia ¡para chuparse los dedos!
- ½ Kg. costillar de cerdo
- Sal
- Pimienta negra
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 3 cucharadas de miel
- 1-2 cucharada de mostaza de Dijon
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- En un bol combinamos el aceite, la miel y la mostaza hasta lograr una mezcla homogénea. Probamos y rectificamos si fuera necesario; quizás algunos prefiráis incorporar mas mostaza.
- Salpimentamos el costillar por ambos lados.
- Pincelamos las costillas por el lado de la carne con la mezcla anterior y las colocamos en una fuente de horno.
- A continuación, pincelamos el lado que queda expuesto. Tapamos con papel de aluminio.
- Horneamos 30-40 minutos. Sacamos del horno, les damos la vuelta y las pincelamos por el lado que ahora queda en la parte superior (carne).
- Horneamos 20 minutos mas.
- Volvemos a pincelar subimos el horno a 200ºC y asamos 10 minutos mas sin el aluminio, para que se doren.