Roscos de naranja fritos, sabores tradicionales

Todavía huele a Semana Santa en casa. La culpa la tienen estos roscos de naranja fritos, una nueva receta que añadir a mi recetario particular. En cuestion de recetas tradicionales «cada maestrillo tiene su librillo» y me ha gustado aprender una nueva forma de elaborarlos.

La peculiaridad, por llamarla de alguna manera, de estos roscos fritos de naranja, es la forma en la que se prepara y aromatiza el aceite que posteriormente se utilizará en la masa. Un truco que he aprendido este año y que utilizaré para elaborar estos magníficos dulces, a menudo.

Ingredientes

• Ralladura de 1 naranja.
• Cascara de 1 limón
• 150 gr de azúcar.
• 2 huevos.
• 150 g. de zumo de naranja.
• 150 g. de aceite de oliva.
• 600 g. de harina de repostería (la que pida puede ser mas o menos)
• 2 sobres dobles de gasificantes
• Un pellizco de sal.
• aceite de girasol para freir.
• azúcar y canela para espolvorear

Elaboración

Ponemos el aceite en una sartén y freímos en él la cáscara de un limón. Cuando empiece a dorarse retiramos la cascara y dejamos que el aceite se enfríe totalmente.

En un bol echamos los huevos, el azúcar, el zumo de naranja, el aceite, la cáscara rallada de la naranja. Batimos hasta que todos los ingredientes queden incorporados.

A continuación añadimos los sobres de gasificante, la sal y la harina poco a poco. Mezclamos con las varillas hasta que la consistencia de la masa obligue a trabajar con las manos. Seguimos incorporando harina hasta obtener una masa blandita, ligeramente pegajosa.

Dejamos reposar durante 20 minutos en un bol tapado con film transparente.

En una sartén ponemos una buena cantidad de aceite de girasol,  la suficiente para que los roscos puedan flotar.

Nos untamos las manos con un poco de aceite y tomamos porciones de masa del tamaño de una nuez, unos 35 grs. aproximadamente. Hacemos rodar entre las manos las porciones una a una hasta hacer una tira de unos 12 cm. que unimos por los extremos para formar el rosco.

Los freímos a medida que los formamos, sin amontonarlos, en la sartén. Cuando estén dorados les damos la vuelta para que se doren también por la otra cara.

Los sacamos y colocamos sobre un papel absorbente. A continuación los rebozamos en la mezcla de azúcar y canela y presentamos.

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